No me leí con prisa el más reciente título del periodista y activista Víctor Hugo Robles, El Diario del Che Gay en Chile. Lo paladeé lentamente, durante varias semanas, como si leerle fuera uno de los performances callejeros de su autor. Lo mismo lo sacaba de mi mochila en un ómnibus del servicio público, que lo dejaba insinuante sobre el buró de mi oficina en el periódico, o me sentaba a hojearlo bajo una mata en cualquier sitio de cruising de La Habana.

El resultado casi siempre era idéntico. Ningún observador atento a mi lectura quedaba impasible. Los ojos de la gente resbalaban inquietos —oscilantes entre la alarma y la curiosidad— hacia su portada, obra del artista plástico Francisco “Papas Fritas”, que remeda una foto del legendario guerrillero argentino Ernesto Guevara de la Serna durante alguna ocasión solemne después del triunfo de la Revolución cubana, para mostrarnos su sacrílega metamorfosis en ese icónico personaje que inventó Víctor Hugo allá por finales de los años 90: el Che de los Gays.
“Es posible ser homosexual y ser revolucionario; ser homosexual y ser de izquierda; ser homosexual y luchar por los cambios y las transformaciones de la sociedad”, esa es la tesis primigenia, el “pecado original” que fundamenta casi veinte años de subversiva incursión de mi colega y amigo chileno en el activismo político-sexual de su país y de América Latina, con su boina y estrella, su melena insurgente y sus labios rojos a punta de creyón.

Hasta entre las blanquísimas —y solo en apariencia, pacíficas— 350 páginas de este intenso volumen con que en agosto último nació el sello SiempreViva Ediciones, nuestro Che gay causa revuelo, escándalo, incomodidad, admiración, de acuerdo con la mentalidad más o menos abierta de quienes solo entrevean o profundicen en su mensaje.
Porque además la edición tiene la impronta barroca del sujeto hiperbólico cuya historia retrata, y nos llega repleta de fotos, facsímiles, títulos y subtítulos, tipos de letras de distinto tamaño y abigarrados colores, capaces de atraer la vista de cualquiera que ronde a varios metros a nuestro alrededor mientras leemos cualquiera de sus ocho desconcertantes capítulos, más un epílogo acusatorio —valiosa alerta para Cuba— contra la burocracia neoliberal capitalista en una universidad de la supuesta izquierda chilena.
Tampoco hay un orden cronológico en esta amplia compilación de entrevistas, artículos, conferencias y testimonios — textos escritos por su protagonista o ajenos, incluyendo uno mío que publiqué en esta bitácora—, lo cual lo convierte en un tomo muy entretenido, aunque a veces no exento de reiteraciones, que al final uno termina por agradecer, como si fueran las variaciones de un mismo tema musical que permiten aprenderte la letra de una canción.
¿Y ese libro qué es?, casi me cuestionaban las personas más valientes o quienes me tienen más confianza. Incluso un señor desconocido y bastante mayor, en plena guagua, me dijo que hacía tiempo buscaba ese título (¡!) La mayoría, no obstante, me miraba de reojo, sin atreverse a preguntar, con desconfianza…
La coincidencia histórica de que en 1997 los restos del Che aparecieran un 28 de junio, Día Internacional del Orgullo Gay, motivó a Víctor Hugo en su travesía de transformismo político, agitación y propaganda revolucionaria y sexual, que arrancaría en septiembre de aquel mismo año cuando lo censuraron por boicotear un espectáculo contra la censura, al interrumpirlo con su inusitado atuendo de gay guerrillero y lanzarle agua a una artista famosa con un bidón que decía AZT, la primera droga para tratar el sida.
En Cuba, como ya sabemos, nadie habría osado nunca relacionar al Che Guevara con la homosexualidad o el VIH. Yo de hecho, para ser honesto, ni recordaba la casualidad del hallazgo de su osamenta en fecha tan significativa para el movimiento LGBT internacional.
Pero fue así como nació la idea —que el libro narra en forma de relatos progresivos como círculos concéntricos que añaden cada vez más detalles a la trama— de esta reencarnación del comandante rebelde, del héroe viril presuntamente homofóbico en concordancia con su época, en un pájaro, maricón, travesti, sidoso, comunistón, chileno, latinoamericano, loca…
Loca, sí. Esa es quizás la palabra que más veces aparece en este libro, no gratuitamente, sino como reivindicación, como militancia libertaria, como irrespeto de las normas hipócritas, dictatoriales, hegemónicas que nos impone el machismo heterosexual e incluso homosexual, que nos dicta la mojigatería de derecha e incluso de izquierda.
Acciones e intervenciones, irrupciones e interrupciones, protestas y manifestaciones, nudismos y pleitos, mitos y leyendas, toda la zaga divertida, polémica, a ratos dramática, del Che de los Gays, en un recorrido referencial y sanamente egocéntrico a través de la historia del movimiento por los derechos de la comunidad LGBT chilena, que abarca desde el gobierno socialista de Salvador Allende, pasando por la complicidad con la inolvidable dirigente comunista Gladys Marín, hasta la reciente muerte del novelista Pedro Lemebel.
Y, casi omnipresente, Cuba. Referencia obligada en Víctor Hugo Robles, fuente de inspiración y también escenario de algunas de sus más reflexivas travesuras políticas. Sus encuentros, casi encontronazos, con nuestro país; los desconciertos que provocó, y también las complicidades que fraguó, desde su primera visita en 2005 para la presentación en el 27 Festival Internacional de Cine Latinoamericano de La Habana, del documental de Arturo Álvarez, El Che de los Gays, hasta su controversial e inolvidable participación en la conga por la céntrica avenida de 23 en la capital cubana, durante la VII Jornada contra la Homofobia en 2014.
Ese compromiso visceral de Víctor Hugo con la Revolución cubana, nunca acrítico ni apologético, resulta conmovedor por su sinceridad, inteligencia y sutileza. El Che gay no pretende ser políticamente correcto, sería imposible, iría contra la propia naturaleza del personaje; pero siempre es responsable y fiel con Cuba, a su loca manera —como casi estoy seguro de que le gustaría a él que yo dijera—.
El libro explica muy bien, a través de muy diversos puntos de vista políticos y hasta ideológicos, los entrecruzamientos y significados simbólicos que vinculan al activista chileno con la historia y el presente de nuestro país, desde su admiración por la literatura de Reinaldo Arenas hasta su amistad y reconocimiento hacia la labor de Mariela Castro Espín —de quien Robles incluye una entrevista de su autoría—, por citar solo dos ejemplos que para cierto pensamiento maniqueo pudieran parecer paradójicos.

En particular, esclarece —en un artículo que firma también el propio Víctor Hugo— aquel pasaje tan polisémico y que todavía levanta ciertas ronchas en la Isla, acerca de su presencia en nuestra versión criolla de desfile gay habanero con una fotografía del Che muerto en un marco con plumas rojas, representación que no fue improvisada ni irrespetuosa, sino que tuvo su origen mucho tiempo atrás —contrario a lo que tal vez pensáramos aquel día o incluso después—, pues la muerte, el martirologio, la indefensión, la fragilidad de las víctimas siempre fueron parte de la esencia misma de la traslación de sentido propuesta por su personaje contracultural.
Para lo último, lo mejor. Víctor Hugo Robles tiene ahora un nuevo sueño: presentar El Diario del Che Gay en Chile en la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana, y quién sabe si algún día, alguna editorial cubana, hasta le acepta la provocación y lo publica…
Un bodrio
¿Pero sabes leer? 😉
Soy un heterosexual anti-comunista que la primera vez que vi a Victor Hugo Robles en tu muro, lo critique de payaso, ahora leyendo tu articulo, le encuentro sentido a su lucha por el derecho de los Gays y me parece ser una persona muy humana e inteligente.
Como siempre digo, si las personas homosexuales cumplen con los mismos deberes que los heterosexuales, deberian tambien disfrutar de los mismos derechos.
Julio César: gracias, si pudieras leer el libro, entenderías muchas cosas más…
Paco entra un Nuevo tema. Este aburre.
Bueno pues si el argentino era gay o no eso ya no tiene importancia. Al fin y al cabo hace rato que esta nnampitti.
Paco solo participo para que llegues a 7 comentarios.
paqui, ya la chiringa de cuba esta de vuelta, al parecer atacaron al blog y estuvo un tiempo fuera del aire, no se puede comentar por el momento alli, le puedes pasar mi respaldo y apoyo a su labor y valentia? mis felicitaciones por tener el coraje de seguir? muchas gracias. un gusano agradecido.
Paco que te parece la aggression verbal cotra Cremata
HAVANA TIMES – En la noche del jueves 29 octubre y durante una de las funciones del Festival Internacional de Teatro de la Habana, el “periodista” Octavio Borges (de la Agencia de Información Nacional – AIN) completamente borracho y fuera de sus cabales, se dispuso a agredirnos físicamente y nos insultó a toda voz, gritando en el lobby, a nuestra salida del espectáculo: “fuera de aquí, maricón, vete, escoria, nosotros no te queremos en el teatro, bótenlo, sáquenlo de aquí, que se vaya, este enseña su culo al aire frente a la estatua de Martí, no merece ser cubano ni representa a nuestra cultura, etc.”
Llama la atención que los custodios del lugar, viendo el hecho, no reaccionaron como es debido y por el contrario mantuvieron luego al personaje dentro de la institución cultural luego de esa amarga despedida ofrecida
Reblogueó esto en Adribosch's Blog.
Paco te recomiendo: «Las notas perdidas del Diario del Che en Bolivia» de Guicho Cronico. Imperdible. buscalo en Google
Le escribo a Edu.
Hola. Vi tu comentario en Oncuba, Ja Ja. Firmas Eduardo, pero es sin dudas tu estilo. A mi, no se las razones, no me publicaron dos de los mios.
Estoy muy ocupado. Un romance, caete pa atras, con una chiquilla en sus 20s. Ja Ja Ja., No me lanzo con pepillas. En general no me lanzo a mi edad y con mi pobre figura, con ninguna mujer Pero esa chica debe estar loca porque me provoco de una manera simpatica y me ha revuelto las hormonas…. Je Je,
Recordando, ahora mismo, Je Je Je que me dijo un cubano que a mi la inteligencia cubana me soltaba una mujer bonita y me captaba,
para una mision imposible,
?No estaran ustedes detras de ese affair romantico? ?Esa chica, como el hombre de la cancion, esta loca? ?O quizas necesita completar sus ingresos con un part- time?
Saludos.
Paco, estas en mi cayito de vacaciones?
No se si el señor Guevara era gay o no. Pero sin duda fue un asesino
Paco, ya te lo dije, te van a meter con una tanga puesta en una umbrosa celda llena de bugarrones orientales, aburridos y en celo.
Coño eso para Paco es sacarse la loteria, va a estar mas feliz ese dia que cuando le dieron el carnet del PCC, el carnet no le alcanza para limpiarse, lo otro es llevarlo al paraiso.
Pero PACO, se merece el paraiso, es un buen robolucionario, manipucionario, etc…..
Paqui aun no me han bloqueado, los chivas de la seguridad estan dormidos hoy.
Joel: Supera tu manía persecutoria 😉
Los viajes de Gulliver junior
Sábado, 24/10/2015 12:07 PM
Por Alexander A. Ricardo en la secciónOpinión
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Gracias a su padre Gulliver junior viaja bastante seguido. Se le ve de gigante disfrutando en costas del Mediterráneo, o de enano aventurero sin problema en su vida, en su visa.
Zarpa a comparar si el azul de otros cielos es tan intenso como el suyo. Navegar en la flota de papá es un privilegio hereditario. Mientras transita por mares calmados, allá en su tierra, otros marineros solo ven pasar las gaviotas. Posee “barcos fantasmas” poderosos. Muy pocos logran verlos pasar.
Cientos de pergaminos narran las vivencias del elegido. Noches pausadas en las márgenes del Aomori. Barriles de vinos abiertos en playas hawaianas. Tardes de pesca en la bahía de Sidney.
El joven primogénito tiene libros coleccionando hojas de rutas; y siembra rosas náuticas al culminar cada travesía.
Una vez en casa no cuenta nada. Engaña a los coterráneos con anécdotas sobre naufragios. Describe olas enormes, tormentas interminables, criaturas marinas y las sirenas que cantan; luego agarra el saco y guarda el botín. Los trabajadores del muelle le llaman “mar-tirio”.
Quien fabricó su brújula no conoce nuevos horizontes. Pareciera resignado a seguir un único rumbo. Las manos de unos tejen las velas de otros.
Vuelve a levar el ancla, esta vez parte al norte, donde la frialdad del clima lo distanciaba tiempo atrás. Está bien abrigado y rodeado por secuaces. Abre el mapa y señala el destino. Mira a las estrellas en busca de buenos augurios, porque cuando niño nunca aprendió a nadar.
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Paco felicidades por este articulo de opinion. Eres los maximo
Asi se hace paco.
Al fin Paco esta hacienda un periodismo resposable.
No sabia que Tony no sabia nadar.
No es una locura, Jorge. Es mejor quedarme en casa. Gasto menos si no salgo de ella. Gano más dinero si me quedo leyendo, escribiendo reseñas o artículos para algún que otro sitio digital. Es poco, poquísimo lo que gano, pero al menos me pagan por escribir, por leer, y siempre es más, muchísimo más, que si fuera a trabajar y me suicidara cada mañana al entrar en un P7 que me vomita en el Parque de la Fraternidad hecho una bola de sudor.
Mientras termina el jugo de guayaba, Jorge empieza a entender por dónde va mi jubilación, por qué deserté del puesto de especialista en promoción, por qué dije No a un centro laboral que hacía como que me pagaba y yo como que le trabajaba, un juego en apariencia inocente, pero mañana abres los ojos, tienes sesenta años y sólo puedes repetir: cómo pasó, cómo pudo pasarme esto.
No es una locura desertar a tiempo, Jorge. Aún puedo vivir los contados años que me quedan disfrutando lo que siempre he deseado: leer, escribir y amar, sin vivir la depresión de ver la cara a un salario que se burla de mí, del tiempo y el desgaste que le he dedicado.
De veras, Jorge, no es tan locura como pudiera pensarse. Mañana, quizás cuando tenga sesenta años, y el salario no sea una broma de mal gusto, ni un fantasma que no se atreve a dar la cara, quizás ese mañana decida salir de mi exilio y vuelva a trabajar. Quién sabe. Pero por ahora me quedo en casa, Jorge. En mi exilio.
Ja Ja Ja
Le escribo a mi social Edu.
. !Conno Edu! Estas psiquiatrico para colgar un post poniendo por las nubes la salud publica de Cuba. Deberias llegarte por el blog el Colimador, donde tus coterraneos tocan el asunto criticamente,
En «El sistema de salud en su laberinto» algunos de los comentaristas, inclusive, aun simpatizantes del regimen, que alla sobreviven, andan desesperados por el mal servicio que se recibe en hospitales y policlinicos,
Mira Edu. Sin animo de que irrites, Je Je. no creo que el PPG sirva para levantarme el animo, Je Je si, en definitiva, lograra una cita amorosa con esa jovencita. . Js Ja Ja. Es solo mi opinion,
Bueno. Je Je. Yo, que tampoco necesito el Obamacare,
pienso que en los EE UU tenemos el mejor sistema de salud del mundo, Hace unas semanas, mi Doctora me recomendo una Colonoscopia, procedimiento al que a mis 63 annos nunca me expuse y que se recomienda rutinariamente para mayores de 50 y del que sali hace unas horas, «Tu seguro lo paga todo» me dijo la recepcionista. La calidad del servicio, la atencion, para que te cuento.
Mi dentista, una adorable cubanita que emigro no hace mucho y que muy poco tiene que envidiarle a Liz Taylor, me comentaba que en la isla ni por asomo me podrian poner un implante dental, una especie de cirugia menor.
Aca, me dijo, usamos un tipo de fresa para cada procedimiento . Dice que sin un extractor de saliva, los agujeros en las muelas se contaminan Ji Ji Ji,
Saludos.
Me he enterado de Buena tinta que a Fidel Castro le hicieron un transplante de fondillo, y no de precisamente las nalgas , sino el recto . Se lo pusieron de conejo o de rata no estoy segura.
No cuentes tus experiencias médicas como si fueran de otras personas…
El responsable debe haber sido su guardaespaldas el teniente Pepinón,
Ser gay, or lesbian no es nada del otro mundo, ademas son grandes personas con grandes sentimientos, la gran mayoria de ellos, pero ser asesino como el Che, es ser un hijo de puta a lo extremo.
De verdad que era un pendejo repugnante, una copia del asqueroso comandante.
Joel: Por eso todo el mundo sabe quién es el Che, y nadie te hace caso a ti 😉